Las manos son nuestra carta de presentación. Las utilizamos para saludar, coger objetos, escribir y tocar. Se trata de una parte del cuerpo que se encuentra expuesta a las agresiones externas durante todo el año, por lo que tienden a resecarse y envejecer de forma prematura.
Los factores que pueden agredir tus manos son diversos: los cambios de temperatura, la exposición al frío en invierno y al sol en verano, el contacto con los agentes químicos de los productos de limpieza, los cambios hormonales, así como el uso de jabones y detergentes agresivos para la piel. Todas estas causas pueden provocar la pérdida de volumen del tejido subcutáneo, manchas, arrugas, y alteraciones en el tono y la textura. ¡Sigue nuestros consejos para lucir unas manos jóvenes!
Comenzamos por lo más básico: utiliza guantes en las tareas domésticas para evitar el contacto directo con productos químicos; al lavarte las manos, hazlo con agua tibia durante todo el año y sécalas bien al terminar; y en verano no olvides aplicar una crema protectora de factor 30.
La hidratación es vital en la salud de tus manos. Usa una crema con activos hidratantes 3 veces al día, en verano ligera y sin aceites, y en invierno opta por una loción más grasa. Aplicada en forma de masaje obtendrás resultados relajantes y estéticos.
Como hemos contado otras veces, los tratamientos exfoliantes no se reducen a rostro y cuerpo, sino que también los hay para los labios, y en este caso, para las manos. Una vez a la semana puedes exfoliarlas y así retirar las células muertas, ¡lucirán más bonitas y suaves!
Las uñas también forman parte del aspecto de tus manos. ¿Qué tal una manicura? Para que no se vuelvan quebradizas, apuesta por la lima siempre que puedas, y evita las tijeras y el cortaúñas. No debes cortar la cutícula, cuya función es proteger y mantener la salud de las uñas. Y como último consejo, aplica esmalte de base antes del color, ¡tu manicura será más duradera!