Una bonita mirada depende, en muchas ocasiones, de unas cejas cuidadas y acordes con nuestro rostro. Atrás quedaron esas finísimas líneas de pelo que realzaban los ojos de Sofía Loren o aquellos arcos dibujados que dotaban de dramatismo la tez pálida de Edith Piaf. Ahora la apuesta por la belleza pasa por lo natural (que no descuidado) de unas cejas robustas y marcadas como las de la modelo Cara Delevingne.
Lo primero que necesitas hacer con tus cejas es determinar su largo más adecuado, y que a menudo nos empeñamos en recortar. El largo perfecto se calcula teniendo en cuenta dos puntos muy fáciles de localizar: el primero es el que marca una línea vertical imaginaria que trazamos hacia arriba desde el centro de la fosa nasal, mientras que el segundo es donde termina la línea que va a la ceja desde el centro de la boca pasando por el extremo final del ojo. Otros factores a tener en cuenta son que el inicio y el final de la ceja siempre deben estar a la misma altura y que el punto más alto del arco que dibujarán debe coincidir con nuestro iris.
También es importante tener en cuenta que unas cejas pueden abrir o cerrar una mirada. Pasarnos un poco de longitud por su nacimiento puede unir ópticamente los ojos y endurecer la mirada. Por el contrario, pasarnos por la cola separa nuestros ojos y le da más profundidad a la mirada.
El grosor de las cejas es, posiblemente, otro de los factores imprescindibles para tener en cuenta cuando rediseñemos nuestras cejas, y aunque siempre está sujeto a lo que dictan las modas, existe una regla estándar que nos dice que el ancho de las cejas no debe ser inferior a los 4 milímetros ni superar el centímetro.
Una vez que tengamos claras las medidas, es importante saber que cada tipo de rostro pide un determinado diseño de ceja para realzar la belleza natural y disimular complejos. La cara alargada o rectangular (Sarah Jessica Parker) suele tener facciones muy angulosas, así que hay que evitar siempre formas muy depiladas y arqueadas. Unas cejas planas con la cola ligeramente descendente acortarán y suavizarán ópticamente el rostro.
Las caras de diamante o de corazón (frente ancha y barbilla picuda) como la de Reese Witherspoon necesitan estrechar ópticamente el rostro. Eso se consigue evitando las cejas rectas y buscando dibujos mucho más redondeados y arqueados.
Rostros redondos como el de Miley Cyrus piden ayuda a gritos para parecer más alargados. Para ello será necesario optar por formas arqueadas y angulosas, huyendo de las cejas más planas o redondeadas que lo único que consiguen es achatar aún más el rostro.